martes, 2 de octubre de 2012

Francesc Puertas. Por qué dejamos de hablarnos


Francesc puertas Vidal es, además de un gran comunicador y conferenciante, el escritor del libro que ahora mismo estoy leyendo El Sostén, mitos y leyendas... y manual de uso  que vio la luz el 26 del pasado mes de septiembre, publicado por la Editorial Arcopress.




Su libro, por la originalidad de su temática y por la asombrosa revelación que en él hace de que 7 de cada 9 mujeres desconoce su talla exacta de sujetador -con las consecuencias para la salud que de esto puede derivarse-, hace que,lo que al principio puede parecernos un tema frívolo, acabe siendo además de interesante, aleccionador para todos y ha suscitado la curiosidad y el interés de numerosos medios de comunicación,prensa,radio y televisión.
http://sosten.blogspot.com.es/ 


Pero no es por su libro y su temática (tan importante para mi trabajo) por lo que me decidí a pedirle que visitara este blog -y yendo más allá le invité a colaborar en él-sino por sus artículos publicados en alguno de sus blogs con los cuales ya cuenta más de 200.000 visitantes. 
(http://francescpuertas.blogspot.com.es/)
Con sus publicaciones siempre consigue  hacerme meditar.E"El séptimo sombrero" -por ejemplo-, habla de cosas que todos sabemos pero ignoramos, a veces delata pensamientos que andaban ocultos por la trastienda y siempre de manera directa señala hacia el mismo sitio: el valor de las personas, la importancia de los valoresEn su último post, escribe:

"No hay ninguna duda que, si no se intenta (al menos eso) no avanzaremos ni un ápice en el camino correcto para llegar al destino que nos proponemos. […]
No hay nada en manos de la fortuna, si nosotros no le echamos una mano".
Y él me la ha echado a mí en mi nuevo camino enviándome esta su reflexión de Por qué nos dejamos de hablar.Son las palabras de un experto comunicador reflexionando sobre la incomunicación.

 Por qué dejamos de hablarnos


Incomunicación
Es difícil explicar los porqués de muchas cosas, sin caer fácilmente en ese hoyo profundo en el que no sabes cuán hondo es, ni tan solo cómo será el fondo, ni si encontrarás obstáculos o las paredes te rozarán en la caída.

Los miedos invaden de infortunios tu cabeza y es complejo tener claras las visiones, para entrar en aventuras que replanteen las cosas que tu ya has dado por resueltas o archivadas, aunque no recuerdes por qué llegaste a cargarte de razones para darlas por conclusas.

Es fatigoso buscar de nuevo caminos, desbrozarlos y ponerlos en orden suficiente, para que sin olvidar nada de lo que haya sucedido, pases página y renueves lazos con quien resulta difícil volverlos a tener.

Aunque a veces, a pesar de tener cielos despejados, temperaturas excelentes y caminos libres de obstáculos, sin saber el motivo, descubres que la distancia y el tiempo sin comunicarnos, han convertido el camino entre uno y otro en lejanos trayectos que si lo intentas y los transitas no son ni tan lejanos ni tan difíciles.

Hay muchos supuestos, tortuosos recorridos (o no), largas distancias (o no), que impiden que nuestros pasos transiten sin temores, tan solo porque los miedos nos paralizan, escondidos de falsas resistencias fruto de temores infundados (o no), o de miedos enfundados de dudas.

¿Por qué dejamos de hablarnos?... no sé. Es probable que la razón tenga razones nada razonables que nos hagan perder la razón. 

(Para el blog de Mercedes Moya)
Publicado también en http://elviuviu.blogspot.com. (2 de octubre de 2012)



1 comentario:

Gracias por venir.
Sin ti esta aventura no tiene razón de ser.